lunes, 15 de enero de 2007

¿Iñaki o Ignacio?

Paseando por internet y buscando lo que se ha publicado sobre su pueblo en los diarios regionales, uno puede encontrarse con cosas tan bonitas como ésta.

Iñaki lleva 15 años viviendo en el País Vasco; allí se casó con una mujer de Bilbao, y allí nacieron sus tres hijos. A Extremadura, a su pueblo de Monroy, viene todos los veranos a pasar varios días. Hace ocho meses se ha muerto su padre y este invierno ha sentido la necesidad de pasar la Navidad con su madre. Un día antes de marchar dijo: «me voy al pueblo: el que quiera venir tiene sitio». Bajaron a Extremadura él y su hijo pequeño, que ahora tiene 12 años.Iñaki ha pasado varios días feliz en Monroy, rodeado del cariño de su madre, el de sus hermanos y el de sus amigos de toda la vida; mientras su hijo disfrutaba de la libertad que sólo pueden encontrar los niños en los pueblos.A las seis de esta mañana, 4 de enero, Iñaki se despertó, se arregló, y preparó las cosas para irse (mañana tiene que estar trabajando). Su madre también se levantó. Ella le hizo el café en silencio mientras le veía ir y venir preparando las bolsas con la ropa. La abuela besó al nieto que se metió en el coche medio dormido. Luego madre e hijo se abrazaron en la puerta de la casa, bajo la luz mortecina de una farola, e Iñaki aguantó como pudo las lágrimas cuando su madre le dijo: «gracias por haber venido».Pasadas las 8 de esta mañana, cuando amanecía, el pequeño se desperezó en el asiento de al lado del conductor y le preguntó si podía poner un cedé. Le dijo que sí. De reojo vio que escogía 'Barrunto' de Acetre y que seleccionaba la canción número 2. Mientras sonaba 'Las purificás de Monroy', Iñaki sintió en la garganta un nudo cada vez más grande que le impedía tragar saliva. Cuando terminó la canción padre e hijo se miraron. Los dos tenían los ojos llorosos. El padre le sonrió, volvió a mirar a la carretera y pasó la mano derecha por la cabeza del hijo removiéndole el pelo. El pequeño le dijo: «Aita (papá en vasco), tenemos que ir más al pueblo». «Sí, hijo», le respondió Ignacio.

Sergio Lorenzo (Publicado en Hoy digital del día 4 de Enero de 2007)

1 comentario:

J.I. Camarero dijo...

esto si que es una buena historia

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